La juventud y la belleza son los tesoros más apreciados que una cortesana puede tener, mas a sus 41 años, lady Ruth Attwood semeja haber perdido los dos.
Mientras procura digerir el hecho de que ya no se la considere una mujer deseable, no sabe si sentirse insultada o bien adulada cuando el barón Garrick Stratfield, un hombre más joven que , le hace una infrecuente oferta que no puede rehusar.A pesar de tener fama de ser apasionadísimo, Garrick jamás ha estado con una mujer por temor al rechazo que su defecto físico le pudiese provocar.
Para cubrir las apariencias, solo precisa una amante presta a no compartir su lecho.Pero Garrick no contaba con que Ruth lograría hacer estragos en sus sentidos y que solo precisaría un exquisito beso para despertar su pasión.
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