Ya nadie disputa a Stephen King el primer puesto en la literatura de terror: sus muchos millones de lectores son prueba fehaciente de ello.
Su brillante imaginación revela las sombras que subyacen en lo evidente y hace que todos nos sintamos menos seguros de la realidad.
«La expedición», que da título a este volumen de escalofriantes cuentos, advierte angustiosamente contra los riesgos de la curiosidad; la anciana de la «Abuela» quizá no sea la compañía adecuada para un niño cuando este queda aislado en una casa distante; el protagonista de «Superviviente» no tiene nada que comer, excepto... La locura está agazapada en la máquina de escribir del redactor de «La balada del proyectil flexible»…
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