Pecar nunca se sintió tan bien ...
Un encuentro fortuito.
Un encuentro que nunca debería haber ocurrido.
Hace muchos años, dos niños de mundos completamente diferentes forjan una conexión, una conexión fatídica, un vínculo inquebrantable que cambiaría sus vidas para siempre...
Salomé sólo conoce una manera de vivir, bajo la ley del Profeta David. En la comuna que ella llama hogar, Salomé no sabe nada de la vida más allá de su estricta fe, ni de la vida más allá de la Cerca, la cerca que la enjaula, que la mantiene atrapada en un ciclo sin fin de miseria. Una vida que ella cree que está destinada a llevar siempre, hasta que un hecho atroz la libera.
Huyendo de la seguridad absoluta de todo lo que ella ha conocido, Salomé se ve inmersa en el mundo exterior, un mundo aterrador lleno de incertidumbre y pecado; dentro de los brazos protectores de una persona que creía que nunca volvería a ver.
River “Styx” Nash sabe una cosa seguridad en la vida, que nació y se crió a llevar un chaleco de motorista. Criado en un mundo turbulento de sexo, Harleys, y drogas, Styx, tiene inesperadamente la pesada carga del mando de los Hades Hangmen sobre él, y todo a la edad de veintiséis años, para el deleite de sus rivales.
Perseguido por un trastorno del lenguaje aplastante, Styx aprende rápidamente a hacer frente a sus enemigos. Puños poderosos, una mandíbula de hierro y el uso hábil de su preciada cuchilla alemana le han ganado una temible reputación como un hombre con el que no hay que meterse en el oscuro mundo proscrito de los MC. Una reputación que mantiene con éxito a la mayoría de la gente muy, muy lejos.
Styx tiene una regla en la vida, nunca dejar que nadie se acerque demasiado. Es un plan al que se ha apegado por años, eso es, hasta que se encuentra a una joven mujer lesionada en su grupo... una mujer que parece misteriosamente familiar, una mujer que claramente no pertenece a su mundo, sin embargo, una mujer a la que él se siente renuente a dejar ir...
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