El depredador
Oro. El metal más preciado. Y alguien está dispuesto a matar con tal de apoderarse del deslumbrante y valiosísimo tesoro español en exposición que Abby Maitland ha conseguido para el museo. Y entonces entra en escena el "soy un auténtico chico malo" Zan Duncan, que deberá protegerla, ya que ese alguien está al acecho de Abby, vigilándola sin que ella tenga la menor idea de que se ha convertido en el blanco de un asesino.
La Presa
Abby está fascinada por la indomable fuerza y sexualidad de Zan. Con su largo pelo negro, sus duros y poderosos músculos, su chaqueta de cuero negro y sus tatuajes, Zan es todo lo que un tipo duro tendría que ser... y todo lo que Abby se ha jurado evitar a toda costa, aún cuando él sea un auténtico maestro de la seducción que sabe cómo tentarla con promesas de ardientes y secretas noches con infinitos placeres. Promesas que termina cumpliendo... al pie de la letra.
Pero el peligro les está pisando los talones y les está sumergiendo en un letal juego más siniestro de
lo que Abby y Zan podían haber imaginado. El tiempo se les acaba, no tienen en quién confiar, salvo
el uno en el otro, y ningún lugar es seguro. En estas circunstancias la pasión puede ser lo único que les pueda salvar...
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